Casi a última hora, como suelo hacer las cosas más pesadas, fui a comprar la maleta. Entre tanta oferta opté por dos, una mediana y otra pequeña. Tenía planeado lo siguiente : comprar la maleta, dejar mi bici estacionada en un lugar seguro, coger las maletas, tomar el tranvía y vuola !! a casa y luego regresar por la bici. Todo iba bien. En realidad no me gusta perder tiempo en comprar y comparar al menos en este tipo de cosas. La consigna era fácil, una maleta segura y no tan grande para 7 días de business trip.
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