(publicado primero en el blog Liberemos las palabras)
Entraron al salón sin dejar de mirarse las caras. Al tomar asiento hicieron lo posible por estar muy separadas.
—¿Recuerdan este sitio? fue aquí donde crecimos —dijo nerviosa mientras las demás no dejaban de observarse.
—¿Por qué nos has llamado? —preguntó la mujer a su derecha luego de un silencio largo. Las demás asintieron y fijaron su mirada en la mujer que habló primero. Ninguna se atrevía a decir algo más.
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