Punto de quiebre

(publicado primero en el blog Liberemos las palabras)

Entraron al salón sin dejar de mirarse las caras. Al tomar asiento hicieron lo posible por estar muy separadas.

—¿Recuerdan este sitio? fue aquí donde crecimos —dijo nerviosa mientras las demás no dejaban de observarse.

—¿Por qué nos has llamado? —preguntó la mujer a su derecha luego de un silencio largo. Las demás asintieron y fijaron su mirada en la mujer que habló primero. Ninguna se atrevía a decir algo más.

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Entre egos y discursos

(publicado primero en el blog Liberemos las palabras)

Pude haber resistido y enfrentar las consecuencias si decidía quedarme. Mi ego estaba arriba, a pesar de cargar un constante puñete en el estómago. Trujillo no me caía bien. Nunca pude soportar a los mentirosos. La culpa de toda esa situación la tuvo el discurso de inauguración de la bienal de arte. JM estaba enfermo y me pidió que escribiera un borrador para Bolaños, en ese entonces, ministro de infraestructura.  

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El silencioso encanto del atardecer

El frío se colaba por mi abrigo e intentaba llegar a mis huesos y perforar mi piel. La brisa silbaba entre los árboles despojados, como un desafío a mi voluntad de encarar la tarde de invierno que se desplegaba frente a mí. Podría haberme quedado acurrucada en el calor de mi hogar, pero decidí persistir en mi caminata diaria, a pesar de la lluvia, el viento, el frío y hasta la nieve.

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